The Angel of Death | ||||||||||
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Cronología | ||||||||||
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"The Angel of Death" es el quinto episodio de la sexta temporada de Dexter y el 65 de toda la serie. Fue emitido por primera vez el 30 de octubre de 2011.
Batista y Quinn van a Tallahassee para investigar a James Gellar mientras Dexter se acerca cada vez más a Travis Marshall.
AVISO: Esta sección del artículo desvela detalles de la trama que tal vez no quieras saber. |
Historia[]
Investigando las alas[]
«Estoy bastante seguro de que la cara que vi entre la gente era de la variedad oscura.»
Dexter Morgan investiga las alas de ángel encontradas en la escena del crimen del invernadero mientras reflexiona sobre los ángeles y sobre el individuo al que vio contemplando la escena. No es capaz de encontrar ningún rastro de ADN ya que no hay huellas, ni sudor, ni saliva.
Sin embargo, bajo las plumas descubre que en una parte hay un minúsculo arreglo de tacto similar a la piel a modo de pegamento y lo corta utilizando una cuchilla para poder llevarlo a investigar.
Travis y Gellar en la iglesia[]
Mientras tanto, en la iglesia en la que se reúnen habitualmente, Travis y el profesor Gellar rezan arrodillados en el altar ante un crucifijo. Travis mira por un momento a Gellar y se da cuenta de que además de sudar, sangra por el lado izquierdo de la cabeza. Aún con los ojos cerrados, Gellar le pide a Travis que deje de mirarle a él y mire a Dios.
Al terminar de rezar, ambos se levantan y Gellar le informa de que es hora de llevar a cabo «una cacería». Travis se queja de que sigue sin ser capaz de escuchar a Dios, pero Gellar afirma poder hacerlo y le dice que tienen que buscar a la ramera de Babilonia.
Departamento de homicidios[]
El resultado de la consulta hecha sobre el material extraído del ala es lo que Dexter pensaba: polímero de acetato de polivinilo disuelto en tolueno. Utilizando la base de datos de químicos y compuestos para más información, llega a la conclusión de que el refuerzo consiste en piel de becerro.
Juntos, ambos elementos se emplean para la restauración de antiguos manuscritos. Dexter se da cuenta de que aquello no es trabajo de principiante, pero tiene que dejar su particular investigación ya que Vince Masuka viene a avisarle de una nueva reunión informativa.
En cuanto Dexter entra en la sala de reuniones, Debra Morgan da inicio a la reunión para ponerse al día en el caso del ángel. Han averiguado que la victima es Erin Baer, de 29 años, que trabajaba de camarera en el Glasshouse Cafe del Centro cultural de Miami.
Al oír esto, Dexter piensa que ese lugar está lleno de antiguos artefactos que necesitan ser arreglados (relacionándolo con su reciente descubrimiento).
Debra pide que todos lleven fotografías de James Gellar a la zona del invernadero para ver si alguien le ha visto por allí y Mike Anderson decide encargarse de ello. Luego, le pregunta sobre el tema del Apocalipsis, y Mike explica que aparecen los jazmines situados alrededor de la víctima, los saltamontes y la iconografía de un ángel, con lo cual la referencia probablemente es al Apocalipsis, de los versículos 8 al 10. Debra pregunta sobre la razón de hacer que la muerte se produjese con los policías allí, y Mike le recita un pasaje que podría ser la razón: «Debes volver y relatar tu mensaje a muchas personas, y naciones, y lenguas, y reyes».
Dexter piensa que el mensaje es más importante para el asesino que su emoción al matar. Angel Batista y Joey Quinn comparten los datos del informe forense: había restos de espermicida en Erin Baer, y el forense sospecha que tuvo relaciones sexuales con alguien que haya usado preservativo antes del secuestro, pudiendo haber sido con el propio Gellar (algo que no pueden comprobar, ya que ni siquiera saben si conocía a Gellar). Dexter piensa que también pudo haber sido el cómplice de Gellar, pero no comparte ese dato.
Debra pregunta como avanza la investigación de Gellar y Batista le cuenta que están intentando ponerse en contacto con su última profesora asistente, Carissa Porter, pero la Universidad de Tallahassee no ha querido cooperar ya que no quieren estar relacionados con Gellar. Debra les pide que vayan a la universidad a conseguir información pese a todo.
Debra se acerca a Masuka para preguntar lo que han averiguado y Masuka le dice que ha investigado a los saltamontes pero que la necropsia no ha revelado nada útil: todo lo que comieron ha sido vegetación local.
Sobre el pescado muerto hallado en el exterior del invernadero, también era local y se pudieron haber capturado en cualquier embarcadero o comprado en cualquier pescadería de la ciudad.
La única novedad más o menos útil es un nuevo número encontrado en el esófago de Erin, el 1244 (con igual papel y tipografía que los otros). De pronto, un hombre sentado en una mesa detrás de Dexter y Masuka le empieza a decir que ha comprobado el uso de esos números en el Apocalipsis. Antes de escuchar lo que dice, Debra le pregunta quien es y Masuka le presenta: es Louis Greene, su último y mejor interno, que está allí para ayudar en la investigación. Cuando los demás preguntan sobre Ryan, Masuka les dice bruscamente que se ha ido, sin dar más detalles.
Louis sigue hablando sobre lo que ha buscado y les dice que la numerología se encuentra por todo el Libro de las revelaciones, pero el único número de las unidades de millar que se repite más que los otros es el 1260. Los detectives piensan que si se trata del último número de la cuenta que lleva el asesino, sólo quedarían quince días, y según el Apocalipsis sería el fin del mundo.
Por último, Debra pregunta a Dexter si ha averiguado algo, pero Dexter le dice que no había nada en las alas (miente, para poder llevar esa parte de la investigación por su cuenta). Debra termina la reunión pidiendo la colaboración de todos para encontrar a Gellar, y luego da permiso a todos para que se retiren.
Masuka se queda dentro de la sala con Louis y le empieza a hablar sobre sus habilidades con los ordenadores (Louis le cuenta que ha creado algunos juegos de rol). Luego, Masuka le enseña el anuncio terminado de la mano prostética del asesino del camión de hielo, y le cuenta lo que ha ocurrido (el robo y la venta). Masuka le pide ayuda para recuperar la mano, ya que de lo contrario, el tema podría hundir la reputación de todo el departamento, de modo que Louis promete intentarlo.
Mientras tanto, en el despacho de Debra, Quinn entra para pedirle el anillo de compromiso. Como Debra le ha rechazado, tiene treinta días para una devolución, pero Debra se olvidó totalmente de devolverlo debido a todo lo que ha tenido que hacer últimamente. En cuanto Quinn se va, Debra llama a Jamie Batista para pedirle que busque el anillo, ya que lo ha dejado por última vez en la habitación de Harrison.
Dexter se dispone a salir del departamento cuando de repente se encuentra al Hermano Sam, que está allí por que ha habido un tiroteo en su taller. No ha habido ningún herido, solamente daños materiales, pero el seguro no puede cubrirlo ya que la policía no acudió y no tiene ningún informe policial del delito. Dexter le sugiere que debería trasladarse a un lugar mejor, pero Sam se niega diciendo que está allí por obra de Dios y que no le asustarán. Además, Dexter invita al Hermano Sam a que vaya a su casa por la noche para ver a Harrison.
Museo de arte[]
En un intento de averiguar más cosas sobre el cómplice, Dexter visita el museo de arte del centro cultural de Miami. Al acercarse a una guía, se inventa una historia diciendo que rompió accidentalmente con el hombro un cuadro que pertenece a su jefe y le gustaría hablar con alguien que tenga experiencia restaurando obras de arte.
La guía le encamina a una sala en la cual se ve un vídeo acerca de las restauraciones. Aunque no es lo que Dexter busca e intenta marcharse de allí, al final es forzado a ver el vídeo, en el que un hombre habla acerca de las restauraciones. De repente, el narrador se detiene junto a una mesa en la que otro hombre trabaja en una restauración. Este hombre es Travis, el supuesto cómplice al que Dexter vio al salir del invernadero.
Todo encaja para Dexter, ya que por el hecho de trabajar allí pudo haber perfectamente creado las alas de la escena del crimen. Súbitamente, su móvil empieza a sonar, alarmando a todos los presentes; la llamada es de Mike Anderson, avisándole de que hay una nueva escena del crimen y le necesita ya que hay sangre. Antes de salir del museo, Dexter trata de preguntar a la guía sobre el nombre del restaurador que aparece en el vídeo, pero ella le interrumpe y le pide silencio en la sala, con lo cual decide irse.
Escena del crimen en la casa[]
«Te ha llevado unos quince segundos resolverlo. ¿Qué hace un profesional como tú trabajando con estos idiotas del departamento de homicidios de Miami?»
Ha habido dos muertes en una casa cercana a la playa, en el 1588 de Miami Shores al noreste de la calle 2. Tras pasar por varios policías, Dexter se reúne con Mike Anderson en el interior y le pide datos sobre la situación. Un hombre y una mujer, ambos con aproximadamente 40 años, marido y mujer (por los anillos de compromiso y las fotos en las paredes). En el hombre se pueden ver las heridas de tres disparos: uno en el pecho y dos en el estómago; y también un corte en la cara.
Anderson sugiere que se haya hecho el corte en la caída, pero Dexter no cree que haya sido así ya que todo apunta a que ha caído de espaldas, más bien cree que algo le ha dado de refilón. Al buscar debajo de los muebles, Dexter encuentra un teléfono móvil, que pudo haber sido tirado por la mujer a juzgar por la foto que se ve (en la que aparece el marido junto a una mujer asiática desnuda).
Luego, Dexter se acerca al cuerpo de la mujer para analizarlo: ha habido un único disparo en su pecho, con heridas de entrada y salida. Al parecer se le ha disparado desde poca distancia, pero Anderson no ha encontrado ningún arma. Dexter le pide ayuda para levantar el cuerpo de la mujer y encuentran un revólver en medio de un charco de sangre.
Ambos repasan los hechos: el marido se va, pero se olvida el móvil en casa; la mujer descubre las fotos en la que le pone los cuernos y en cuanto el marido regresa para recoger el móvil, se lo tira en la cabeza y le dispara tres veces. Al final, se da cuenta de lo que acaba de hacer y se suicida. Anderson se impresiona por la rapidez de Dexter para resolver aquél asesinato-suicidio y Dexter le dice que era un caso fácil.
Mike le pregunta qué hace un profesional como él junto con los del departamento de homicidios de Miami Metro. Dexter le responde que en realidad son bastante buenos, especialmente su hermana Deb, a quién probablemente conozca como «teniente Morgan» (revelándole que la teniente es su hermana). Mike se da cuenta de que ha hecho un comentario inapropiado pero antes de que pueda decir nada, entra el dueño de la propiedad para hablar con él.
A pesar de que dice no tener intenciones de ser grosero, el dueño le pregunta por cuanto tiempo tienen que estar allí los cuerpos y cuanto tiempo les llevará limpiarlo. Anderson le informa de que estarán allí hasta que terminen y los forenses los saquen, y de que «no es su criada». El dueño se retira y Mike vuelve con Dexter, que se dispone a sacar fotos de la escena.
Travis y Gellar en el club[]
«Es triste, toda está gente está condenada y ni siquiera lo sabe.»
- — Travis.
Por la noche, Travis y Gellar van un club nocturno situado justo al lado de una marina para el secuestro de su próxima víctima. Mientras todos bailan y disfrutan de la noche, ambos están sentados. Gellar le pide a Travis que intente no mirar demasiado a las mujeres, diciéndole que Dios dio a los hombres el deseo de mirar a las mujeres, pero el que hace que se vistan así es el diablo. Travis cree que es triste el hecho de que nadie más sepa lo que ocurrirá próximamente y Gellar le dice que es una persona muy sensible, y que por eso ha sido elegido por Dios.
De repente, Travis ve un periódico y se da cuenta de que una fotografía de Gellar está en la primera página, en una noticia titulada «El asesino del Juicio Final» («The Doomsday Killer»). Al adquirir el periódico para poder leerla, se da cuenta de que James Gellar ya es el sospechoso principal de los asesinatos. Gellar le avisa de que se tendrá que ausentar para no ser reconocido y que tendrá que encontrar a la ramera de babilonia él solo.
Apartamento de Dexter[]
«El buen libro nos dice que no hay ninguna oscuridad a la que la luz no pueda vencer.»
Cuidando a Harrison en el apartamento, Dexter mira la lista de trabajadores en la página web del museo de arte de Miami para ver si encuentra la cara del hombre al que busca. Tras mirar a varios, por fin le encuentra: se llama Travis Marshall y es un experto restaurador y conservador de manuscritos.
Al buscar su nombre en la base de datos criminal, no encuentra nada (ningún arresto, infracción o multa), pero sí encuentra su licencia de conducir y descubre su dirección. En este momento, el Hermano Sam llega y llama a la puerta.
Dexter coge a Harrison en brazos tras cerrar las ventana de la base de datos en el ordenador y abre la puerta para Sam, que le trae botellas de cerveza. Sam saluda a un soñoliento Harrison y le regala un muñeco para que se lo lleve a dormir. Dexter le pone en la cama y regresa para pasar un rato con Sam junto a la puerta de la casa. Compartiendo cervezas, Sam elogia a Harrison y luego empieza a hablar sobre el trabajo de Dexter, preguntando qué es lo que le ha llevado a trabajar en homicidios.
Dexter primero le responde que su padre fue policía y fue, de algún modo, arrastrado a ello; luego, con la insistencia de Sam, le confiesa que cuando tenía tres años fue testigo del asesinato de su madre, y que cuando alguien tan joven ve algo así, obtiene profundamente la oscuridad, y que la sigue teniendo.
Cuando Sam le pregunta si recuerda algo anterior a su muerte, Dexter le menciona las noches en las cuales le arropaba, le cantaba o le hacía cosquillas, algo que Sam interpreta diciendo que «compartía su luz con él» y que esa luz está con él ahora, en su interior. Dexter cree que se equivoca, pero Sam le dice que según la biblia la luz siempre vence a la oscuridad, con lo cual toda la oscuridad de Dexter tan solo necesita un poco de luz. Al mencionar otra vez a Harrison, el Hermano Sam le dice que solo con nombrar a su hijo se ve iluminado, y que comparte esa luz con él siempre. Dexter le pregunta si lo cree de verdad, y Sam le responde que sí pero que tiene que dejarla salir. Por último, le dice que tienen que volver a reunirse para conversar, alguna vez.
Fallo de Travis[]
Aún en el club nocturno (pero ahora sin la presencia de Gellar), Travis espera el momento adecuado para el secuestro de alguna mujer para el próximo asesinato (la ramera de Babilonia). Al ver a una indefensa y sin compañía, decide seguirla hasta que se para y se apoya en un objeto de metal para quitarse los zapatos. En este momento, Travis intenta cogerla y lo consigue, pero la chica golpea con los pies el objeto haciendo mucho ruido. Tres hombres corren hacia donde están y Travis decide soltarla y huir.
De vuelta en la iglesia, Travis se reúne con Gellar y le cuenta lo ocurrido, frustrado por no haber sido capaz de raptar a la chica. Gellar le dice que no se preocupe por haber fallado, y cree que en parte él también es culpable por haberle dejado solo. Le promete acompañarle en el próximo intento el día siguiente por la noche, pese a ser buscado por la policía, ya que cree Dios no permitirá que nada les detenga.
Apartamento de Travis[]
Al día siguiente, Travis Marshall sale de su casa y Dexter espera a que se vaya para entrar e investigar definitivamente si Travis es responsable de los asesinatos del Juicio Final. Rápidamente, Dexter desbloquea la puerta, entra y ve lo ordenado que es el lugar.
Lo primero que ve es un diploma en la pared: Travis tiene un master en historia del arte de la Universidad de Tallahassee, el mismo lugar en el que trabajaba James Gellar.
A seguir, le llama la atención la estantería de libros de Travis: entre ellos hay cinco libros escritos por Gellar. Dexter coge uno de ellos, Apocalypse Bound, y tras mirar la portada y la parte de atrás, hojea algunas páginas y observa que hay varias partes señaladas por Travis. A pesar de entender la necesidad de acabar con la vida de alguien, no es capaz de entender la obsesión que tienen con el fin del mundo.
Tras devolver el libro a su sitio, le llama la atención la gran biblia situada en el escritorio y decide mirarla. Viendo la esquina superior de las páginas de la parte derecha se da cuenta de que son exactamente los mismos números encontrados en los asesinatos (la misma tipografía y tamaño). Tras hojear algunas páginas del Apocalipsis, se da cuenta de que hay partes en las cuales el número ha sido recortado y hay un pequeño rectángulo vacío. Una de ellas le llama particularmente la atención: está recortada de forma más irregular. Cuidadosamente, arranca esa página utilizando un cúter y se la lleva tras dejar todo en su sitio.
Más tarde, en el departamento, Dexter se dirige a la sala en la que estuvo previamente investigando las alas, llevando la página arrancada y los números en el sobre de pistas. Al final, comprueba que el rectángulo de uno de los tres números recogidos coincide exactamente con el rectángulo que falta en la página, descubriendo que Travis Marshall es el asesino del Juicio Final.
Universidad de Tallahassee[]
«Una mujer inteligente como usted, con su aspecto... Si trabajásemos juntos, lo pasaría mal no pudiendo estar cerca de usted.»
- — Joey Quinn a Carissa Porter.
Angel Batista y Joey Quinn llegan a la Universidad de Tallahassee y se disponen a buscar a la profesora Carissa Porter tras haber hablado con el doctor Knudson, jefe del departamento, mientras Quinn se queja de la velocidad a la que ha conducido su compañero hasta llegar allí. Ambos encuentran a la profesora sentada en un banco en su descanso, tomándose un café y leyendo el periódico, y se acercan a hablar.
Lo primero que hace Quinn es preguntarle si conocía al profesor Gellar: Carissa dice que sí pero afirma que él no tiene nada que ver con el tema de los asesinatos del Apocalipsis ya que fue su ayudante durante un año, en el que Gellar le ayudó a conseguir su trabajo. La profesora dice que no ha visto a Gellar desde su desaparición, hace aproximadamente tres años. Quinn pregunta sobre su blog, «The Beginning of the End», en el que Gellar escribe y algunas cosas se asemejan bastante a los casos.
Carissa les dice que a Gellar lo que le gusta es provocar y hacer que las personas piensen, algo que muchos apreciaban en él. También les confiesa que a pesar de su excentricidad, también era inteligente, carismático e incluso brillante ya que sabía leer entre líneas cosas que nadie más sabía, y llega a decir que estar con él fue una aventura increíble. Los detectives preguntan si le quería, y la profesora les responde que eran íntimos, pero esto hace que Quinn insista en la pregunta a la par que aprovecha para elogiarla (algo que no gusta a Batista).
Carissa confiesa que ambos vivieron juntos durante un tiempo, pero al acabar su tiempo como ayudante, Gellar se juntó con otra mujer morena guapa para hacer lo mismo otra vez. Batista pregunta sobre la preferencia de Gellar respecto a las estudiantes morenas y Carissa responde que descubrió que era una más en una larga lista de chicas que pasaron por lo mismo, pero no le importó ya que cree que la relación con él fue algo positivo. Batista se acerca a Quinn y le recuerda, por lo bajo, que Erin Baer (el ángel) también era morena.
Al final, Quinn le da su tarjeta a Carissa para que ella les pueda avisar en caso de que Gellar aparezca o contacte. Carissa la recoge y les dice que serían los primeros a los que llamaría, ya que quiere ayudar a probar que es inocente. Antes de que la profesora les deje, Quinn le dice que seguirán en Tallahassee por la noche y le pregunta si por casualidad no conoce algún bar tranquilo al que puedan ir a tomar una copa. La profesora Porter le dice que quizás conozca alguno mientras Batista les deja hablando y se ausenta, sin estar de acuerdo con lo que hace Quinn.
Departamento de homicidios[]
«Tienes a la teniente más joven, a Batista y su deportivo, Masuka...»
Debra sale de su despacho y se encuentra con Mike Anderson, que actualiza la pizarra de casos. Anderson le pregunta si siempre se lleva el trabajo a casa al ver que Debra lleva varios documentos de casos para trabajar. Debra le responde que no es capaz de trabajar bien en su despacho, que todavía huele al perfume de Maria LaGuerta, y cree que todo era más sencillo cuando lo único que tenía que hacer era investigar y resolver asesinatos.
Debra pregunta sobre el caso resuelto al ver que es el que actualiza Anderson, y él le cuenta la conclusión diciéndole que su hermano lo resolvió como si estuviese hablando con el muerto. Debra le comenta que Dexter tiene algo especial, y mira las fotografías del lugar del crimen ya que le parece bonita la casa, además de ser cercana a la playa.
Al oír como Debra habla del caso, Mike le dice que los ha habido mucho peores: un hombre de 70 años se disparó en la cabeza, pero tenía gatos, y estaban hambrientos. Tras decirlo, menciona a Chicago, y Deb le pregunta si lo echa en falta. Mike le dice que echa en falta la comida al no poder comprar un perrito caliente decente en ningún sitio, pero afirma que es lo que tiene estar en homicidios.
Debra le comenta que ha visto la relación que tiene con la gente allí, con ella como teniente, además de los detectives y Masuka. Anderson dice que estuvo en su laboratorio sin avisar, pero Deb le interrumpe diciendo que es un poco raro, pero cumple su trabajo. Mike sugiere que se podría decir lo mismo de ella, y Debra sale del departamento.
Bar en Tallahassee[]
Quinn y Batista han ido a un bar con Carissa Porter. Quinn y Carissa beben juntos y hablan, mientras Batista hace lo mismo con otros. La profesora le cuenta historias que han ocurrido en una clase y luego piden otra ronda. Batista se acerca para recordar a Quinn de que deberían irse ya por que al día siguiente tendrán que regresar a Miami y les espera un largo viaje.
Quinn se ausenta para hablar brevemente con Batista y le dice que puede irse si quiere, pero él quiere quedarse ya que está a punto de «tachar a una profesora de su lista». Batista no está de acuerdo por ser Carissa parte de la investigación, pero Quinn insiste diciendo que es agradable y aunque podría elegir a otra, ya ha gastado mucho dinero en bebidas con ella y no quiere volver a empezar.
Finalmente, Batista accede a las peticiones de su compañero, que promete que se reunirán por la mañana, y se retira del bar. Quinn vuelve a su sitio y conforme transcurre la noche, acaban yendo a casa de Carissa y se acuestan juntos. Se ve un curioso tatuaje en la parte baja de la espalda de Carissa.
Apartamento de Dexter[]
Mientras tanto, Debra se pone a trabajar en la investigación del asesino del Juicio Final poniendo las fotografías de los crímenes y los informes en el suelo y en la mesilla, en el salón. Harrison aparece andando y sonriendo para desearle las buenas noches y Deb le coge en brazos.
Jamie Batista también aparece por el salón para entregarle el anillo de compromiso de Quinn, que por fin ha sido capaz de encontrar (en la habitación de Harrison). De pronto, Jamie se da cuenta de las violentas fotografías y se apresura a recoger a Harrison para sacarlo del salón, quejándose. Tras ponerlo en la cama, Jamie vuelve y sigue quejándose de lo que acaba de hacer Debra, ya que Harrison solo quería darle un beso de buenas noches y no encontrarse con aquellas fotos.
Debra se queja de que si se le hubiese avisado, se habría dado cuenta, pero Jamie le reprime el hecho de que trabaje allí y no en su despacho de teniente o en el escritorio de Dexter. La discusión va empeorando hasta que llega Dexter, que le pone fin como puede a pesar de no tener ganas de meterse. Dexter le da permiso a Jamie para irse si ha terminado con Harrison y se despiden, y luego le promete a Deb hablar con Jamie, sin embargo tampoco aprueba el tema de las fotos.
Recogiendo a la ramera[]
«Él no es tan grande como Dios.»
Gellar y Travis esperan en un coche a que aparezca la mujer perfecta para ser su particular ramera de Babilonia. Una pareja pasa por delante del vehículo y Gellar manifiesta su desaprobación, diciendo que por cosas así Dios quiere que acaben con todo. Aparece otra pareja y Gellar cree que es el momento, pero Travis no lo ve tan claro ya que cree que el hombre es más fuerte que ellos.
Gellar le empuja la pierna para que acelere y el coche embiste contra la pareja, que se queda aturdida. Travis recoge a la chica y la mete en el maletero mientras Gellar se acerca comentándole lo fácil que ha sido.
Casa de Carissa Porter[]
«Estos dibujos... ¿los hizo Gellar? ¡¿Gellar los hizo?!»
- — Angel Batista a Carissa Porter
Al día siguiente, Angel Batista va a la casa de Carissa Porter para buscar a Quinn y poder regresar a Miami. La profesora le invita a que pase para que espere ya que Quinn está en el baño, y se dirige a buscarle. Batista camina por el salón y, tras mirar la estantería de libros de Carissa, descubre que hay una caja lado de una mesa. Al recogerla, observa que en un lado está escrito «Gellar», con lo cual deduce que el contenido de la caja pertenece al sospechoso.
Rápidamente, Batista pone la caja sobre la mesa y la abre para investigar, encontrando una libreta con varios textos escritos, pero lo que más llama la atención es una funda con una etiqueta en la que se lee «El Alfa y el Omega del Eneserette». El contenido de la funda son varias páginas en las que hay pequeños textos y detallados dibujos (se pueden ver velas y dragones, un ángel, saltamontes, un hombre con siete serpientes y otro ángel más similar al de la escena del crimen).
Pasmado, Batista pide a Carissa Porter que se acerque, quien se enfada al ver lo que hace el sargento y se queja de que aquello es una intromisión. Enfadado, Batista pregunta a gritos si los dibujos que ha visto los hizo Gellar. Quinn se acerca para ver lo que pasa y Carissa confiesa que son de Gellar, dejando desconcertados a los detectives.
Progreso de Debra[]
Debra entra en su despacho y se encuentra con Michelle Ross la terapeuta a la que ha estado evitando desde hace semanas (tenía que ir debido al tiroteo en el restaurante Don Aldo). Debra le pide perdón, pero Michelle le informa de que es algo que suele ocurrir, y que pensó que sería conveniente acercarse ella al despacho. Luego, da inicio a la sesión de terapia preguntando si Debra ha sufrido por falta de sueño desde el incidente, si ha estado reviviendo lo ocurrido allí o si ha tenido problemas para concentrarse en tareas diarias; Debra responde que no a todo.
Además, le pregunta si ha pasado a beber más desde el tiroteo, a lo que Debra responde bromeando que no bebe lo suficiente. Por último, le pregunta si se ha sentido culpable desde lo ocurrido, pero Debra lo niega diciendo que si el individuo apareciese por la puerta, le dispararía en el instante. Michelle entonces concluye la terapia pensando que todo está bien, pero Debra confiesa que a pesar de que el tema del tiroteo está bien, lo que no lo está es todo lo que ha ocurrido después.
Debra le dice que tiene muchos problemas en su vida diaria: el hecho de ser teniente y todo lo que eso conlleva, el caso del asesino del Juicio Final, la incapacidad de trabajar en el despacho, la ruptura con su novio, el no tener un sitio en el que vivir y sentirse bien ya que vive con su hermano y su sobrino (a los que quiere, pero cree que la convivencia es complicada y necesita espacio para ella). La doctora Ross le aconseja buscar un sitio en el que pueda vivir y tener su espacio.
Más tarde, Debra visita junto con Mike Anderson la casa cercana a la playa de la escena del crimen del matrimonio (resuelta el día anterior) y conoce a su dueño, que la confunde creyendo que es la novia de Anderson hasta que Deb se presenta como teniente del departamento de homicidios (Anderson le dice que está casado). Debra le pide ir dentro, preguntando si es realmente necesario mantener la casa precintada, y le dice al dueño que quería ver si podría alquilar el sitio.
Mike insinúa que la sangre en el suelo es peligrosa debido al daño tóxico que causa y dice que incluso hay riesgo de hepatitis C: Debra dice que no sabía que eso ocurría y el dueño del lugar empieza a preocuparse. Anderson se le acerca para decirle que seguro que le costará mucho volver a alquilar la casa ya que legalmente tiene que hablar sobre el homicidio a los inquilinos, pero como Debra ya sabe acerca del homicidio, le propone alquilar el piso pagando primero dos tercios del alquiler.
El dueño le ofrece pagar tres cuartos del alquiler de dos años si ella se encarga de la limpieza del suelo, y Debra acepta el trato, convirtiéndose en la nueva inquilina de la casa. Después, al regresar al departamento, Debra deja el anillo de compromiso en un cajón del escritorio de Quinn después de mirarlo con detenimiento una última vez.
Mientras tanto en su laboratorio, Masuka se acerca a Louis Greene para preguntarle si hay avances respecto al tema del anuncio de la mano prostética. Louis le dice que ha intentado todo lo que ha podido, pero no ha logrado recuperar la mano ya que el comprador usó un programa eSniper como cortafuegos que le protege. Sin embargo, lo que sí ha logrado hacer ha sido borrar todo rastro de la venta en internet, de forma que si alguien busca, no lo encontrará.
Así, nunca sabrán quien ha sido el responsable de la desaparición de la mano, con lo cual será un problema de la sala de pruebas y no de ellos. Por otra parte, mientras usaba el ordenador de Masuka, Louis ha aprovechado para mejorar la solvencia, instalar un procesador modificado para mejorar el rendimiento de la torre y le ha añadido un clasificador de pornografía. Contento, Masuka agradece la ayuda de su nuevo ayudante.
Interceptando a Travis[]
«De una forma o la otra, Travis me llevará al que de verdad se merece estar en mi mesa.»
- — Dexter Morgan (pensando)
En el museo de arte, Travis Marshall se dirige hacia su vehículo en el aparcamiento. Tras entrar y arrancar, intenta ponerse el cinturón de seguridad y es atrapado por Dexter Morgan, que le esperaba dentro del coche. Con un hilo, Dexter le rodea el cuello y le obliga a hacer lo que dice: salir del aparcamiento, girar a la derecha en una calle y seguir recto, pasado el río Miami. Por el camino, Travis le dice que puede llevarse el coche o su cartera si quiere, pero Dexter le responde que no quiere ninguna de esas cosas y menciona su nombre, revelando a Travis que le conoce.
Dexter le dice que quiere su vida, tal y como las que él quita con los asesinatos, y le llama «asesino del Juicio Final». Desesperado, Travis dice «¡Dios!» y Dexter habla sobre el tema religioso, preguntándole si fue Dios el que le dijo que matara a las personas a las que ha matado. Travis le responde que Dios no habla con él, sino con el profesor Gellar, y lo sabe por que le ha visto hacerlo.
Según Travis, antes de conocer al profesor estaba perdido, pero al conocerle aprendió la verdad y el camino, ya que es un profeta lleno de verdad y luz. Dexter tira del hilo ya que cree que es ridículo lo que le acaba de decir, y afirma que Travis ha matado a toda esa gente por que le gusta hacerlo. Travis confiesa que no pudo hacerlo y que cree que es un fracaso para Dios: quiso matar a esas personas pero no fue capaz, de modo que Gellar se ocupa de los asesinatos, ya que él es mucho más fuerte y no siente el miedo ni el arrepentimiento.
Dexter cree que Gellar le está guiando al camino de la oscuridad y no al de la luz. A pesar de que Travis está en desacuerdo, Dexter insiste, ya que le confiesa que sabe más sobre la oscuridad que cualquier otro, y sabe que Gellar es oscuridad pura. Finalmente, le dice que ha de encontrar a otra persona a la que seguir, le pide que pare el vehículo, salga y empiece a andar, y le dice que encontrará su vehículo en la entrada del museo. Travis sale andando mientras Dexter pasa al asiento frontal y le observa por el espejo retrovisor.
Lejos del coche, Travis coge su teléfono móvil y llama a Gellar para avisarle de que no se pasará por la iglesia esa noche sino que irá a casa ya que no se encuentra bien y cree que debería descansar. Gellar le pregunta si hay algo que él no sepa, pero Travis insiste en que está enfermo y que quizás se vean el día siguiente. Gellar le recuerda la historia sobre «Jonás y el gran pez» (en la que Jonás intentó huir de Dios pero no llegó muy lejos) y le dice que espera que Travis no esté intentando huir de Dios.
Epílogo[]
Al día siguiente, Dexter se prepara para seguir investigando a Travis Marshall y aparca delante de su casa para esperar a que salga y pueda seguir sus movimientos. Mientras tanto, aprovecha para reflexionar: a pesar de no creer en los ángeles, sí que cree en la existencia de una lucha constante entre la luz y la oscuridad en el mundo, y que quizá el Hermano Sam lleve razón y la luz pueda vencer de vez en cuando; pero según su experiencia, es habitual que prevalezca la oscuridad.
Por otra parte, en el taller, el Hermano Sam entra por la puerta agujereada y saluda a Eli, el perro. De repente, escucha un ruido de herramientas cayéndose y se acerca para ver lo que ocurre. Un hombre se acerca y le dispara tres veces: dos en el torso, y la última en la parte superior de la espalda de Sam al caer este de rodillas. Sam cae mirando hacia arriba y se forma un charco de sangre mientras Eli se acerca sin alarmarse.
Reparto[]
Actores principales[]
- Michael C. Hall - Dexter Morgan
- Jennifer Carpenter - Debra Morgan
- Desmond Harrington - Joey Quinn
- C.S. Lee - Vince Masuka
- David Zayas - Angel Batista
Actores invitados[]
- Colin Hanks - Travis Marshall (invitado especial)
- yasiin bey - Hermano Sam (invitado especial)
- Edward James Olmos - James Gellar (invitado especial)
- Aimee Garcia - Jamie Batista
- Billy Brown - Mike Anderson
- Mariana Klaveno - Carissa Porter
- Josh Cooke - Louis Greene
- Rya Kihlstedt - Michelle Ross
Co-estrellas[]
- Maree Cheatham - Docente
- Luke Andrew Kruntchev - Harrison Morgan
- Germaine De Leon - Nick
- Lacey Beeman - Holly Benson
- Steve Stapenhorst - Narrador agradable
- Luke Van Pelt - Tipo Uno
Análisis[]
Curiosidades[]
- El nombre de este episodio se refiere a la víctima vestida como un ángel del final del episodio anterior, a la que investigan. Además, Dexter habla sobre los ángeles en sus reflexiones tanto en el inicio como en el final del episodio.
- La fecha de nacimiento de Travis Marshall aparece como el 24 de noviembre de 1977. Es la misma fecha de nacimiento del actor Colin Hanks, que interpreta a Travis.
Gazapos y errores[]
- Cuando Dexter busca la dirección de Travis Marshall, en el carné de conducir aparece el 1028 de Vanderan, pero Dexter lee 1742.
- Cuando Dexter ve por primera vez "Apocalypse Bound" en la estantería de Travis, es el tercer libro (contando de derecha a izquierda). En la siguiente toma (en la que Dexter recoge el libro), el libro aparece en un lugar distinto y es el quinto (contando de izquierda a derecha). Sin embargo, en otra toma el libro regresa al tercer lugar (contando de derecha a izquierda).
- A pesar de que la visitan y la mencionan, no existe ninguna Universidad de Tallahassee fuera de la serie. La universidad predominante en Tallahassee es la Universidad Estatal de Florida.
- Cuando Dexter y Anderson levantan el cuerpo de la mujer que se suicidó disparándose, todo el suelo y su pecho están cubiertos de sangre, pero el arma hallada debajo está limpia casi en su totalidad.
- Los números de las páginas de la biblia que Dexter descubre solo están impresos en un lado de cada página. Esto es algo inconsistente, ya que en los casos del Juicio Final aparecen tanto números pares como impares.
Referencias culturales[]
- The Bucket List: En el bar, Quinn dice que está a punto de tachar a una profesora de universidad de su lista. (En inglés dice «Bucket List», igual que el nombre original de la película)
Enlaces externos[]
#01 "Those Kinds of Things" | #07 "Nebraska" | |
#02 "Once Upon a Time..." | #08 "Sin of Omission" | |
#03 "Smokey and the Bandit" | #09 "Get Gellar" | |
#04 "A Horse of a Different Color" | #10 "Ricochet Rabbit" | |
#05 "The Angel of Death" | #11 "Talk to the Hand" | |
#06 "Just Let Go" | #12 "This is the Way the World Ends" |