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| Smokey and the Bandit | ||||||||||
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| Cronología | ||||||||||
| Galería de imágenes (1) | ||||||||||
"Smokey and the Bandit" es el tercer episodio de la sexta temporada de Dexter y el 63 de toda la serie. Fue emitido por primera vez el 16 de octubre de 2011.
Un antiguo asesino en serie conocido como el ratoncito Pérez parece reaparecer en Miami tras mucho tiempo inactivo. Dexter Morgan, que en su adolescencia seguía sus movimientos, tiene razones para creer que se trata del mismo asesino y decide investigar.
Historia[]
Apartamento de Dexter[]
Dexter en su casa.
En su apartamento, Dexter Morgan observa como su hijo Harrison juega con un pequeño caballo de plástico y no quiere separarse de él pese a los intentos de Jamie Batista. Aparece Debra Morgan, vestida con una chaqueta sobre su ropa normal ya que quiere ir al departamento como "teniente Debra" pero sin exagerar.
Los teléfonos móviles de ambos hermanos reciben un aviso de Miami Metro: un posible homicidio en el 930 de Euclid. Debra le dice a Dexter que está a diez minutos y que se encontrarán allí, pero Dexter le recuerda que Maria LaGuerta como teniente nunca solía hacer trabajo de campo (a menos que supiese que el caso fuese a tener repercusión en la prensa). Primero Debra dice que ella no es como LaGuerta, pero luego se lo piensa y cree que tiene razón. Dexter se despide de Harrison y Jamie y anima a Deb en su primer día como teniente, diciendo que lo hará bien.
Secuestro en la iglesia[]
Nathan encadenado.
Tras haber secuestrado a un corredor anteriormente, el hombre mayor y Travis le mantienen secuestrado en la iglesia, encadenado a una argolla en el suelo de una sala. Travis entra para ver como está y Nathan, el corredor, pide que le dejen salir de allí. Travis le dice que no puede ir a ningún sitio hasta que se arrepienta de sus pecados a Dios, e implore su perdón, pero tiene que ser sincero. Nathan le dice que es sincero, pero Travis se va y lo deja allí, asustado y llorando.
Escena del crimen[]
«¿No conducía Smokey uno de esos?»
- — Dexter Morgan sobre el Trans Am.
Dexter con Angel.
Dexter llega a la escena del crimen y encuentra a Angel Batista observando un coche situado muy cerca: un Pontiac Trans Am en venta.
Angel le dice que cuando era un adolescente, era el coche de sus sueños, y Dexter le pregunta si ese era el mismo vehículo que conducía Smokey o el bandido. Angel le dice que era Burt Reynolds. Vince Masuka les llama la atención para que vayan a ver el cuerpo.
Masuka les pone al corriente: se trata de una prostituta a la cual no han podido identificar ya que no han podido encontrar ningún tipo de identificación. Mientras la ayudante Ryan Chambers se prepara para sacar fotos, los tres giran el cuerpo para seguir investigando. La victima tiene múltiples traumatismos que pueden ser debido a golpes o a estrangulación.
Batista y Quinn. (foto promocional)
Se disponen a recoger muestras cuando de repente llega Joey Quinn acompañado de una mujer, con la cual se besa en el coche antes de bajar. En cuanto baja, Batista va a por él y le detiene preguntando si se ha vuelto loco por besar a otra mujer, traicionando a Debra.
Quinn le cuenta que ambos se han separado debido al ascenso a teniente, pero Batista no cree que Deb haya hecho algo así. Entonces, Quinn le dice que es la misma Debra que le robó el trabajo, empieza a molestarle y le habla de LaGuerta. Batista se enfada y casi le da un puñetazo en la cara, pero se contiene y le dice que tiene suerte de que estén trabajando.
Dexter, tras observar desde lejos a ambos, sigue investigando la víctima y descubre que uno de sus dientes ha sido arrancado. Aunque Masuka dice que no es una sorpresa y que probablemente haya sido por los golpes, Dexter tiene una opinión personal: cree que el diente ha sido sacado intencionadamente.
Despacho de Debra[]
«Acepta la ayuda cuando te la ofrezcan.»
Debra con Maria LaGuerta.
En el departamento de homicidios, Debra, ya instalada en el despacho de teniente, intenta ponerse a trabajar mientras recibe los consejos de LaGuerta. Debra trata de llevar a cabo una de sus primeras tareas como teniente: buscar un nuevo detective para el departamento, para que ocupe su lugar.
Aunque Debra está dispuesta a revisar todos los currículos , LaGuerta le dice que no lo haga y que contrate a Sam Harmon, de narcóticos, ya que es un buen agente y su padre es fiscal del distrito, lo cual les podría ser útil. Debra sigue pensando que sería conveniente ver los otros currículos, ya que hay un hombre de Chicago que también es un buen candidato. LaGuerta dice que no debería encargarse de un traspaso ahora ya que tiene otras cosas de las que ocuparse.
En este momento, Angel Batista (que estaba observando a ambas desde fuera) le llama desde su mesa para aconsejarle no seguir todo lo que le diga LaGuerta y tener en cuenta sus propias ideas, ya que si lo hace, LaGuerta volverá a hacer lo mismo más veces. Debra acepta el consejo y cuelga el teléfono, mientras la capitana le dice que tiene que saber organizar sus recursos para realizar su trabajo, y aceptar la ayuda que le ofrecen.
Investigando al asesino en serie[]
«En octavo, la mayoría de los chicos estaban obsesionados con jugadores de baseball.
Tú, con asesinos en serie.»
- — Harry Morgan (conciencia)
Harry y Dexter viendo el cuaderno.
Tras poner a Harrison en la cama, Dexter va a su habitación y saca de su baúl un antiguo cuaderno suyo que utilizaba cuando era adolescente para reunir información sobre diversos asesinos en serie (más que nada noticias de periódicos).
Se sienta en la cama, lo abre y se pone a pasar las páginas. La representación visual de Harry Morgan como su conciencia aparece y comenta sobre aquél cuaderno, diciendo que hubiese preferido encontrarse bajo su cama varias revistas Playboy antes que eso. Al parecer, a Dexter le gustaba seguir a algunos asesinos en serie, y uno de ellos era el ratoncito Pérez, al que consideraba como inteligente y arrogante.
El ratoncito Pérez nunca llegó a ser capturado, ni siquiera cuando dejó un cuerpo en el jardín del ayudante del sheriff. En su cuaderno, se pueden apreciar diversas noticias relacionadas con el ratoncito Pérez. Era un asesino en serie cuya "marca distintiva" era que arrancaba el diente incisivo de todas sus víctimas.
Coral Island.
Dexter recuerda que una vez aparecieron quince prostitutas tiradas en la cuneta y con sus incisivos laterales retirados. Harry le pregunta si realmente piensa que hay una conexión entre el ratoncito Pérez y la escena del crimen a la que visitó por la mañana, y Dexter señala que el incisivo lateral de la víctima estaba partido, como si alguien hubiese tratado de arrancarlo empleando unos alicates, y había daño en las encías. Hay una posibilidad de que sea el ratoncito Pérez.
Harry insiste en que los asesinatos del ratoncito Pérez se produjeron en los años 80 en el estado de Oregón, en Portland, y que actualmente el hombre tendría unos 70 años de edad, con lo cual es raro que se traslade ahora a Miami sin un motivo. Pero a Dexter se le ocurre un gran motivo para que las personas de 70 años vayan a Miami: la residencia para mayores de Coral Island.
Al día siguiente por la mañana, Dexter visita Coral Island con el objetivo de investigar si hay posibilidades de que alguien sea el ratoncito Pérez. Mientras camina por la zona, observa a los ancianos, pensando en que la tercera edad es considerada como si fuese una segunda infancia. Además, también tiene en cuenta que el lugar se sitúa a dos manzanas de la escena del crimen, con lo cual es posible que su teoría sea cierta.
Dexter con la recepcionista.
En la recepción de Coral Island, Dexter se acerca a hablar con la recepcionista, y se inventa una historia para poder investigar: dice que está pensando en trasladar a su padre de 81 años a Coral Island, y quiere saber si tienen actualmente a personas que vengan de Oregón, ya que su padre es algo tímido y vendría bien que hubiese gente con la que tiene algo en común, además de la pérdida de audición.
La recepcionista hace una búsqueda en la base de datos y le dice que hay tres agradables residentes de Oregón, con los que su padre se podría llevar bien. Luego, le entrega algunos folletos de Coral Island con todo lo que necesita saber, y le dice que hay folletos para rellenar si está interesado en que su padre se una a la residencia.
Dexter se lo agradece mientras la recepcionista se toma un café, y para hacer que se vaya, le dice que el café luce muy bien y que iba a ir a por uno antes pero al final no pudo, y la recepcionista le dice que puede traerle una taza. En cuanto sale de allí, Dexter gira la pantalla del ordenador y coge el ratón inalámbrico para poder investigar las fichas.
Los tres residentes que provienen de Oregón son Rosa Calderon, Laurence Shelton y Walter Kenney. Descartando a la primera (ya que es mujer y se sabe que el asesino es un hombre) y al segundo (utiliza silla de ruedas), sólo queda Walter Kenney, que se mudó allí desde Grant Pass, Oregón hace cinco años.
Departamento de homicidios[]
Masuka enseña las pruebas a Ryan.
En el departamento, un poco antes de la primera reunión de Debra, Masuka trae una caja con pruebas de la investigación del asesino del camión de hielo para enseñársela a Ryan, que mencionó haber estado muy pendiente del caso en la época.
Primero, Vince le enseña la identificación hospitalaria falsa de Rudy Cooper (el alias de Brian Moser). Luego, le enseña "lo más sagrado entre lo sagrado": la mano prostética de una víctima del caso, con las uñas pintadas de diferentes colores. Ryan confiesa que cuando supo ese detalle, se pintó las uñas de forma igual durante un tiempo. Tras esto, ambos van a la sala de reuniones a esperar a la reunión.
Debra con Dexter.
Mientras tanto, Debra espera a que llegue Dexter para que vayan juntos a la reunión, y le dice que a pesar de haber estado en muchas reuniones informativas, está bastante nerviosa.
Dexter le pone aún más nerviosa al decirle que todo el mundo estará observando a ver si lo hace bien, pero luego intenta arreglarlo diciendo que todo saldrá bien mientras ambos entran por la puerta de la sala de reuniones.
Ya en la reunión, Debra empieza por preguntar sobre la situación del homicidio en Euclid. Batista comparte identificación y detalles la víctima: se llama Rosalia Davolos, tiene varios antecedentes por prostitución y según un comerciante local, esa es su zona habitual de trabajo. Analizando su móvil, han encontrado una larga lista de nombres, la mayoría de ellos proxenetas.
La reunión informativa.
Masuka comparte los resultados del examen tóxico: hay rastros de consumo de cocaína y de donuts. Mientras Debra pide que sigan con la investigación de la zona para ver si hay traficantes ya que piensa que el crimen puede ser resultado de un trato mal hecho o alguna deuda, Dexter supone que nunca relacionarán el crimen con un asesino en serie que no actúa desde hace un cuarto de siglo, y que él tampoco, aunque le gustaría.
La pizarra del caso Omar Rivera.
Entonces, Debra pasa al segundo tema: el asesinato de las serpientes. Resulta que no parece estar relacionado con un cartel de droga, como habían pensado previamente, y Angel incluso cree en la posibilidad de que el Hermano Sam tenga razón sobre la víctima, y que realmente haya cambiado de vida.
Aun así, Deb cree que puede que alguien estuviese buscando saldar una deuda antigua. La reunión se complica cuando Quinn propone hacer públicos algunos detalles sobre el caso, como las serpientes, ya que así podrían encontrar una pista.
Debra se opone, ya que esto podría complicar las cosas en el juicio, pero él dice que si no pillan a nadie, nunca habrá ningún juicio. En este momento, Maria LaGuerta (desde el fondo de la sala) se manifiesta a favor de la propuesta de Quinn y pide a Angel que empiece la declaración para la prensa. Frustrada, Debra intercambia miradas con un incrédulo Batista, mientras Dexter mira con desprecio a Quinn.
Secuestro de Nathan[]
«De veras que tienes un gran corazón, Travis. Por eso te elegí.»
- — El hombre mayor a Travis.
Travis y el hombre mayor. (foto promocional)
Mientras tanto, en la iglesia, Travis sigue obligando a Nathan a pedir perdón a Dios. Nathan lo hace continuadamente, pero no sabe lo que esperan de él, y Travis le dice que tiene que creer en lo que está diciendo. Desesperado, Nathan vuelve a intentarlo, pero Travis se va de la sala dejándole allí otra vez. Nathan sigue tirando de la cadena que tiene en sus manos y se ve como la argolla va saliendo del suelo poco a poco.
Travis va a la zona principal de la iglesia, donde trabaja el hombre mayor pintando una cabeza de maniquí, y le pregunta cuanto tiempo tienen que dejar a Nathan sufriendo. El hombre mayor le dice a Travis que tiene un buen corazón, y que por eso fue elegido, pero no se trata sólo del sufrimiento de un hombre. Según el hombre mayor, tiene que ser "purificado" para que puedan proceder, y también dice que "está cerca, pero lleva tiempo".
Conociendo a Walter Kenney[]
«Es como estar atrapado en una nube tóxica...»
- — Dexter sobre Walter Kenney (pensando).
Dexter y Walter en el carrito.
Dexter hace una segunda visita a Coral Island, esta vez para conocer a Walter Kenney. En el campo de golf, Walter se dispone a jugar, pero no tiene ningún equipo ya que no agrada a casi nadie de la residencia por ser antipático.
El coordinador del campo le dice que hay un grupo de tres personas a punto de empezar, pero ellos le miran y se van sin él. En este momento llega Dexter, le dice que necesita un compañero y se presenta como Dan.
Walter le pide que coja un carrito para que se desplacen por el campo. Durante la partida, Walter cuenta algo de su vida a Dexter: le dice que fue un gran error haberse ido a vivir a aquél "apestoso rincón del país" y se queja de que le molestan los mosquitos, la humedad y la gente que no habla inglés. Tras conducir bruscamente el carrito por el campo, llegan a la pelota y Walter baja a acercarse mientras pregunta a Dexter el motivo por el que un hombre joven como él está allí.
Dexter ayuda a Walter.
Mintiéndole, Dexter le responde que está viendo si vale la pena para que su padre vaya a vivir allí. Kenney le dice que si quiere lo mejor para su padre, que lo lleve al final del embarcadero y lo tire al agua, ya que le estará haciendo un gran favor. Luego, mueve la pelota de sitio para poder golpearla mejor, y en cuanto hace un swing sufre un tirón en su espalda (debido a una lesión que se hizo hace dos años). Dexter le ayuda a sentarse en el carrito y Walter le dice que es mejor parar y le pide que le deje en el bar.
Dexter y Kenney en el bar.
En el bar, Walter se toma dos pastillas mientras bebe una cerveza junto con Dexter, que le pregunta sobre su vida en Oregon. Kenney le cuenta que fue fontanero durante 25 años, un "trabajo de mierda" según él, pero que le valió para conseguir una pensión, y ahora lo único que quiere hacer es jugar al golf.
Cuando Dexter le recomienda buscar otro pasatiempo, Kenney le dice que es terrible no poder hacer lo que más te gusta.
Reflexionando, Dexter cree que podría referirse a ser un asesino en serie en vez de al golf (ya que recuerda que el diente de la víctima, Rosalia Davolos, estaba partido y no arrancado). Sin embargo, sigue rigurosamente su código y aunque Kenney sea una persona antipática, no quiere juzgarle sin haber confirmado nada previamente.
Kenney moviendo la lengua.
Entonces, una camarera del bar recoge la mesa de enfrente, y Walter se queda mirando fijamente a su trasero mientras dice que "quizás se haya dado por vencido muy pronto". Justo en este momento, Dexter se fija en que Walter lleva un implante de diente incisivo lateral, que golpea con la lengua haciendo que se mueva. Este diente es el mismo que el ratoncito Pérez arrancaba a sus víctimas.
Tras descubrir el diente, Dexter tiene que abandonar la mesa ya que recibe una llamada en su móvil. Es el Hermano Sam, que ya ha terminado el arreglo del vehículo y quería avisar. Sam le dice que si llega allí antes de las seis, no tendrá que pelearse otra vez con el perro. Dexter le dice que estará allí en un momento, cuelga, y regresa a la mesa para pagar la cuenta.
Antes de que se vaya, Walter le dice que el día siguiente tiene varias cosas que hacer, pero que con el dolor en su espalda lo pasará muy mal en el autobús, y le pide que le lleve en coche. Dexter, contento por no tener que inventarse ninguna excusa para volver a reunirse con él, acepta la propuesta. Kenney le dice que su habitación es la 72 y le pide que le recoja a las nueve.
Good Shepherd Auto Repair[]
«Lo que estoy es orgulloso de él, no es fácil cambiar de vida.»
- — El Hermano Sam sobre Nick.
Nick en el taller.
En el taller, Dexter llega y encuentra a Sam mientras este inspecciona un vehículo con Nick. Sam se ausenta para acompañar a Dexter y le cuenta que desde el incidente con los matones, Nick ha cortado sus lazos con la banda, está trabajando duro e incluso ha dejado las drogas.
Orgulloso de él, el Hermano Sam cree que se trata de una bendición, y lo tiene en cuenta de forma muy positiva.
Dexter observa como su coche está perfecto y agradece a Sam por el buen trabajo. Cambiando de tema, Sam le pregunta si tiene planes para el domingo. Al decir Dexter que no, Sam le cuenta que celebrarán una reunión entre compañeros en la playa, y que sería estupendo que pudiese venir. Dexter le dice que el domingo es complicado ya que no tiene niñera para Harrison, su hijo, pero al decir que tiene dos años, Sam insiste en que vaya y se lo lleve por que es un entorno bueno para los niños.
Dexter comprueba el arreglo.
Aunque escucha lo que le dice el Hermano Sam sobre el entorno (diciendo que habrá barbacoa y podrá jugar con la pelota), Dexter mira a su alrededor y ve que solo hay ex-convictos, todos con apariencia de matones. Sin embargo, cuando Sam le dice que lo hacen para celebrar el bautismo de Nick, un cambio muy importante, y que tomará el Espíritu Santo allí, en las aguas de la Bahía Vizcaína.
Dexter, que no es para nada religioso, confiesa que no está seguro de que encaje allí, pero Sam le dice que estará bien y que piensa que es algo bueno que él esté allí para presenciar el momento y apoyar a Nick ya que es uno de los que ayudó a que pudiese cambiar de vida. Esto hace que Dexter realmente se lo plantee. Tras recibir las llaves de su coche, Dexter sale del taller y se dirige a Miami Metro.
Departamento de homicidios[]
«Deb, eres demasiado lista como para haber pensado que esto iba a ser fácil.»
Archivo en la base de datos.
En su escritorio, Dexter se dedica a investigar todo lo que puede acerca de Walter Kenney, pero se encuentra con que tan sólo es nombrado una vez en la base de datos y como víctima: su madre, Melinda Kenney, fue acusada por delito de abuso infantil contra su hijo. De repente entra Debra a la sala para desahogarse, y Dexter cambia inmediatamente lo que tiene en la pantalla para ocultarlo.
Debra se encuentra muy mal en su primer día con funciones de teniente, debido a varias cosas: la situación incómoda por ser la jefa de Quinn, su ex-novio; no saber como actuar, no saber a quien contratar y tener un montón de papeleo que llevar a cabo. Debra incluso llega a pensar que aceptar el ascenso fue un error, ya que como detective se sentía mucho mejor.
Debra se desahoga con Dexter.
Cuando Debra se muestra insegura por miedo a equivocarse, Dexter trata de consolarla diciendo que son sus primeros días y es normal que ocurra. Además, le recuerda que LaGuerta no era perfecta como teniente.
Dexter le dice que lo que tiene que hacer es calmarse ya que tan sólo lleva un día siendo teniente del departamento, y que si al cabo de dos meses no le gusta el puesto, se puede degradar, pero que ahora debería dejarse llevar.
Luego, le pregunta sobre el tema de Quinn, y Deb confiesa que echa de menos estar junto a él ya que era muy bueno y se divertían mucho juntos, y era fácil, sin tener planes de futuro. Respecto a esta decisión (el rechazo de la propuesta matrimonial de Quinn), afirma estar segura, ya que cree que ambos no estaban destinados a una relación seria.
Al final, Debra agradece a Dexter el apoyo pero se tiene que marchar para controlar el caso del asesinato de las serpientes. Bromeando, Dexter pregunta si es buen momento para pedir una subida de sueldo, a lo que Debra responde que es "terrible". Dexter dice que habla en serio, y Debra se va insultando y riéndose.
Harry Morgan con Dexter.
Cuando está solo otra vez, Harry Morgan aparece en su conciencia diciendo que quizá no debería haber aceptado el ascenso, por que puede no estar hecha para ello. Por otra parte, Dexter cree que hay muy pocas cosas para las que Deb no esté hecha.
Dexter vuelve a la información de la base de datos: a la madre de Walter Kenney le fue retirada la custodia por golpear a su hijo en la cara repetidamente en público. Aunque Harry no ve la conexión, Dexter cree que quizá así fue como perdió los dientes, con lo cual todo podría ser fruto de un trauma infantil. Aunque aquello no significa que sea el ratoncito Pérez, para Dexter es motivo suficiente para seguir investigando y acompañar a Kenney en sus asuntos.
Acompañando a Kenney[]
Dexter en la habitación de Kenney.
Dexter hace su tercera visita a Coral Island para recoger a Walter Kenney y llevarle a donde quiere ir. Al llegar a la habitación, golpea la puerta para avisar de que ya ha llegado y se encuentra con un Kenney en calzoncillos fumándose un cigarrillo.
Ante la situación incómoda, Dexter le recuerda que habían quedado a las 9:00, y Walter le dice que solo necesita unos segundos para prepararse.
Mientras Walter apaga su cigarrillo y procede a vestirse, Dexter se pasea por la habitación observando las cosas: el sofá (además de para ver televisión, tiene vistas de la parte exterior por la ventana) y las estanterías, en las que hay una antigua fotografía de un hombre con un niño. Ya listo, Kenney se acerca y le dice que es su hijo, al que le dio todo en la vida y actualmente no le coge ni las llamadas de teléfono. Le pregunta a Dexter si tiene hijos, a lo que miente respondiendo que no.
Los paramédicos se llevan el fallecido.
Walter le dice que es afortunado, y luego sigue maldiciendo mientras busca las llaves de su habitación. Dexter se da cuenta de que está completamente sólo, y aparta a todos los que le rodean. Al encontrar las llaves junto a la ventana, Kenney aprovecha para mirar lo que ocurre abajo: resulta que falleció uno de los residentes, Abrams (de la habitación 23) y los paramédicos le vienen a buscar. Walter le dice a Dexter que la habitación que deja podría ser un hueco para su padre en Coral Island.
Después, Dexter conduce a una farmacia y Kenney le da su receta médica para que compre lo que necesita. Antes de que Dexter entre a por las medicinas, Kenney le vuelve a llamar y pide también un paquete con seis cervezas de la licorería y los últimos números de las revistas Teen Ass, Nipple Parade y Spanked (todas son revistas pornográficas).
El coche junto a los establecimientos.
Dexter compra primero las medicinas y luego lo demás, y Kenney se alegra de tener las revistas que quería, diciendo que "algunas necesidades nunca desaparecen, aunque el equipamiento esté en las últimas".
Esto hace que Dexter vuelva a pensar en una posible referencia a los asesinatos. Luego, se van de allí y Walter le pide un último favor: que le deje en un sitio, y luego ya no le molestará.
Kenney en el complejo.
El lugar en cuestión es un complejo de trasteros. Dexter para el coche, y Kenney le dice que se puede ir ya que que cogerá el autobús a casa cuando salga de allí. Dexter le pregunta sobre los dolores de espalda, pero Kenney dice que tiene las medicinas, con lo que no debería haber problema. Dexter conduce hacia fuera del complejo pero aparca en una zona cercana para vigilar los movimientos de Walter.
Al llegar a su trastero, Walter abre la puerta y se cierra dentro. En este momento, Dexter siente lástima por él por pasar el final de su vida en un trastero con un paquete de cervezas y revistas porno, y se queda allí pendiente de sus acciones.
Departamento de homicidios[]
Debra y Quinn.
Mientras tanto en el departamento, Batista pide a Quinn cierres de interrogatorios de la víctima de Euclid. Quinn le dice que sigue trabajando en ello, pero que cuadran todas las coartadas.
Masuka y Ryan se acercan para dar un avance del caso: nada nuevo, solamente una mejora gramatical de la información ya que ahora la ha escrito Ryan. Quinn, mirando de reojo a Debra en su sala, empieza a flirtear con Ryan pero es rechazado.
Cuando Ryan y Masuka se retiran, Debra sale de su sala para hablar con Quinn. Quinn le empieza a mencionar los detalles sobre el caso de Rosalia, pero Debra no quiere hablar sobre el caso sino sobre su estado tras la ruptura y el ascenso. Quinn afirma estar bien y, de hecho, le dice que ya ha empaquetado sus cosas para que se las lleve del piso.
Aunque Debra le dice que no hacía falta, Quinn le responde bruscamente diciendo que imaginó que con su nuevo trabajo, no tendría tiempo de hacerlo, y además las necesita fuera de su casa. Al final, ambos tienen una breve discusión sobre el ascenso de Debra y Quinn se va, enfadado.
Secuestro de Nathan[]
«Tienes que tomar una decisión, Nathan. ¿Vas a ser salvado?»
- — Travis
Nathan cerca del altar.
En la iglesia, Nathan consigue por fin arrancar la argolla que le sujeta al suelo después de tirar de ella innumerables veces. Aún con la cadena en las manos pero sin estar en el suelo, sale de la habitación sigilosamente por la puerta hasta llegar a la zona del altar. Allí, se dirige hacia el fondo de la sala buscando una salida, pero de repente un caballo le ve y se alerta, provocando que Nathan se asuste y se caiga al suelo.
Con el ruido del caballo, Travis se acerca y al ver a Nathan tirado en el suelo, le coge y le vuelve a llevar a la sala en la que estaba. Llorando, Nathan implora que no le haga daño y pide perdón a Dios repetidamente. Fuera de la habitación, el hombre mayor lo observa todo, y al final dice que Nathan "está preparado".
El secreto de Walter Kenney[]
Dexter abriendo el trastero.
Tras dos horas dentro del trastero, Walter Kenney sale y coge un autobús en una parada cercana. Dexter, que seguía observando atentamente, espera a que desaparezca y sale del coche para ir al trastero de Kenney (que es el número 42). Cerciorándose de que nadie le vea, Dexter se pone sus guantes para investigar, desbloquea la puerta sin mucha dificultad y entra.
El lugar está lleno de cajas de cartón y una silla plegable en el centro, junto a la cual están las revistas pornográficas de Kenney. Dexter se sienta en la silla y, tras observar los objetos cercanos, recoge una pequeña caja metálica cerrada con una tapa.
Dexter descubre el secreto de Kenney.
Al abrirla, Dexter ve que están todos los dientes arrancados por el ratoncito Pérez (con sangre seca en las raíces), y lo encuentra muy similar a su caja de láminas.
Sin embargo se desilusiona al ver que una caja con dientes es lo único que deja el hombre que ha aterrorizado el Noroeste del Pacífico del país durante 20 años. Esto hace que se pregunte si es así como acaban todos los asesinos en serie.
Al anochecer, Dexter ya está preparado para acabar con el ratoncito Pérez, Walter Kenney. El plan original es asesinar a Kenney en su propia habitación ya que Dexter piensa que es perfecta para una sala de matar ya que no le visitaba absolutamente nadie y la sirvienta solo estará allí por la mañana. Sin embargo, mientras conduce por el puente para ir a Coral Island, recibe una llamada del propio Kenney.
Kenney esperando en la parada.
Resulta que ha cogido la parada equivocada y ahora no sabe donde está ni como regresar a casa. Dexter le dice que puede dar media vuelta y recogerle donde esté. Walter le dice que está en la parada 321 de Alatka y Dexter responde que estará allí en diez minutos. Tras colgar, Dexter sonríe: primero Walter ha hecho más fácil la investigación, y ahora está haciendo más fácil el asesinato.
Dexter llega a la parada y Kenney tira su cigarrillo y se sube al vehículo, diciendo que últimamente se confunde mucho y no sabe lo que hace. Dexter le dice que no es ningún problema ya que pasaba por el barrio, y Walter le dice que es un buen chico. Esto hace que Dexter se ponga a pensar, pero de repente, Kenney saca un revólver y le amenaza para que siga conduciendo.
Walter amenaza a Dexter.
Kenney le pregunta como le ha encontrado y Dexter le responde que no sabe de qué está hablando. Entonces, Kenney revela que ha comprobado la documentación del vehículo cuando Dexter salió a comprar y ha descubierto su verdadero nombre y luego, al buscar en internet, su trabajo en Miami Metro. Walter le dice que puede que haya envejecido y no sea el mismo que antes, pero que no es estúpido. Le pide que gire a la derecha en el próximo semáforo y le sigue preguntando como ha conseguido Dexter llegar hasta él.
Dexter le pregunta si le matará, y Walter le dice que no le ha dejado otra elección y le pide que gire a la izquierda para entrar en el siguiente aparcamiento. Después, le dice que sólo por diversión, quizás le arranque todos los dientes antes de dispararle. De pronto, Dexter pisa el acelerador a fondo y provoca un choque frontal con una valla. Esto hace que salten los airbags, que al golpear a Kenney le dejan aturdido y dispara su pistola accidentalmente.
Departamento de homicidios[]
«Creeme, esto es tan raro para ti como lo es para mi.»
Ryan y Masuka en el laboratorio.
En el laboratorio de Masuka, él y su ayudante Ryan se encuentran trabajando y Masuka decide invitarla a ir a comer un poco de Phở (comida vietnamita). Ryan le pregunta si la está invitando a salir como si fuese una cita y, aunque Masuka le dice que no necesita llamarlo una "cita" si no quiere, no solo acepta la invitación sino que además quiere que sea una cita. Vince se alegra ya que se había imaginado que le rechazaría la invitación, pero Ryan cree que debería tener más confianza en si mismo.
Debra en la puerta de su despacho.
Por otra parte, Debra y la capitana LaGuerta se reúnen para hablar ya que Debra quiere avisarle de que está a punto de entrevistar a sus policías favoritos para el puesto de detective y que quizás querría estar presente. LaGuerta le dice que no ya que conoce suficientemente a Sam Harmon, pero Debra le informa de que Harmon no es su elección principal, sino que es Mike Anderson, transferido desde Chicago, ya que tiene diez años de experiencia y una buena tasa de resolución de casos.
Aunque LaGuerta cree que aquello es una gran equivocación y que Debra tiene problemas de juicio, Debra le dice que no cree que sea un error y que a veces necesita confiar en sus instintos y tomar sus propias decisiones. Tras escuchar aquello, LaGuerta le responde que ella es la teniente y puede hacer lo que quiera, pero que si sale mal, no estará ahí para cubrirle.
Mike Anderson y Debra Morgan se presentan. (foto promocional)
Justo después, el detective del que hablaban sale del ascensor y entra en el departamento de homicidios buscando la teniente. Debra se adelanta a presentarse y a darle la bienvenida, pero Anderson inicialmente no se cree que sea la teniente sino alguien tratando de bromear, le pide que le lleve a su jefe y que de paso le traiga un café. LaGuerta, que presencia toda la escena, mira a Debra y se va de allí, convencida del error de juicio de Debra.
Entonces, Debra le responde a Mike diciendo que es su principal elección para el trabajo y que es una decisión suya, pero que puede cambiar rápidamente si no cambia de actitud. Anderson le pide perdón por su comportamiento y se excusa en que los otros tenientes con los que ha trabajado aparentaban tener más experiencia, al contrario que Debra. Al final, Debra le invita a que pase a su despacho para que hablen sobre el trabajo.
Asesinato de Walter Kenney[]
Walter y Dexter en la sala de matar.
Con la sala de matar preparada en la habitación de Kenney, Dexter le ata a una silla y la maneja con un mando para que esté acostado mientras espera a que se despierte. Kenney se despierta asustado y herido por golpe en el coche y pregunta como han llegado hasta allí. Dexter le dice que han ido por la entrada de servicio y bromea diciendo que puede que le haya dado un tirón en la espalda.
Dexter le dice que podría haber pasado sus últimos días relajándose y disfrutando de la vida en vez de ir a por Rosalia Davolos, y enseña una fotografía de la víctima en su iPhone. Cuando Dexter pregunta la razón por la que decidió actuar tras tanto tiempo, Walter le confiesa que estaba cansado de estar mirando una caja de dientes, le llevó diez minutos matar a la chica pero tardó veinte minutos intentando extraerle el diente.
Dexter hablando con Kenney.
Acercándose a él, Dexter le dice que cuando iba al instituto, el ratoncito Pérez era uno de los temas más hablados en todo el país y nunca fue pillado por la policía, y lo compara con Burt Reynolds y su Trans Am. También le confiesa que no puede creer que sea el mismo hombre que dejó un cadáver junto a la casa del ayudante del sheriff. Kenney se ríe y recuerda ese día: tras haber matado a bastantes personas, no le apetecía conducir hacia la autopista para deshacerse del cuerpo.
Dexter recoge una gota de su sangre para una lámina y Walter se sorprende al ver que es tal y como él, solo que en vez de dientes, recoge sangre. Dexter le dice que al menos nunca acabará como él. Kenney le pregunta que hará cuando ya no pueda asesinar, y Dexter le responde que hará "algo más". Kenney no está de acuerdo e insiste en que el futuro de ambos es el mismo, pero Dexter se enfada y lo niega.
Entonces, Dexter se pone en posición para matar y alza su cuchillo, preparado para apuñalarle en el pecho. Antes de morir, Walter le pide que se asegure de que todos descubran quien era el ratoncito Pérez y que ojalá pudiese ver la cara de su hijo cuando lo sepa, ya que así no le ignorará otra vez. Al oír esto, Dexter no le mata y piensa lo opuesto: no quiere que Harrison descubra lo que hace.
Walter Kenney muere asfixiado.
Dexter decide que Walter Kenney no debe morir como el ratoncito Pérez, de modo que deja su cuchillo y recoge un cojín para asfixiarle y fingir una muerte de un ataque al corazón, como suele ocurrir en la residencia. Kenney se niega e intenta moverse, pero al final fallece sin poder respirar.
Momentos después, en su barco, en vez de tirar partes de un cuerpo al agua (como en todos los asesinatos) Dexter abre la caja de dientes de Walter y vierte los dientes en el agua, que se hunden y desaparecen. Así, ni su hijo ni nadie averiguará jamás la verdadera identidad del ratoncito Pérez o lo que fue de él. Esa misma noche, los paramédicos son avisados y van a buscar el cuerpo de Walter Kenney para sacarlo de la residencia.
Epílogo[]
Batista en su Trans Am.
Angel Batista decidió adquirir el Trans Am visto en la escena del crimen de Rosalia Davolos y lo conduce alegremente por las calles de Miami, contento por estar en el vehículo que deseaba tener cuando era un adolescente.
Por otra parte, Joey Quinn y una mujer tienen relaciones sexuales en su apartamento, aunque se ve como Quinn no parece estar satisfecho debido a la situación por la que está pasando actualmente.
En el departamento, Ryan Chambers saca la mano prostética del caso del asesino del camión de hielo que le había enseñado Vince Masuka previamente, la guarda en su bolso y cierra la caja, llevándose la prueba del departamento. Masuka y ella se van a cenar juntos.
Dexter con sus láminas por el suelo.
En su apartamento, Dexter pone a Harrison en su cama y le da su juguete de un caballito cuando lo pide. Luego, se va al salón y recoge la lámina de sangre de Walter Kenney para insertarla en su caja de láminas. Sin embargo, cuando la está poniendo, la caja cae al suelo ya que la tenía puesta justo en el borde de la estantería. Todos sus trofeos caen al suelo y uno de ellos incluso llega a romperse por la mitad. Dexter las junta todas en un montón y se entristece al sentirlo todo desordenado.
El día siguiente por la mañana, un nuevo crimen macabro deja a la ciudad perpleja: cuatro caballos pasean juntos por las calles montados por pedazos de maniquíes cosidos a extremidades humanas, con partes ensangrentadas.
Reparto[]
Actores principales[]
- Michael C. Hall - Dexter Morgan
- Jennifer Carpenter - Debra Morgan
- Desmond Harrington - Joey Quinn
- C.S. Lee - Vince Masuka
- Lauren Velez - María LaGuerta
- David Zayas - Angel Batista
- James Remar - Harry Morgan
Actores invitados[]
- Colin Hanks - Travis Marshall (invitado especial)
- Mos - Hermano Sam (invitado especial)
- Edward James Olmos - James Gellar (invitado especial)
- Aimee Garcia - Jamie Batista
- Ronny Cox - Walter Kenney
- Billy Brown - Mike Anderson
- David Monahan - Nathan Roberts
- Dianna Miranda - Recepcionista
Co-estrellas[]
- Brea Grant - Ryan Chambers
- Evan George Kruntchev - Harrison Morgan
- Luke Andrew Kruntchev - Harrison Morgan
- Germaine De Leon - Nick
- Bashir Gavriel - Starter
Análisis[]
Curiosidades[]
- El nombre de este episodio hace referencia a la película de mismo nombre en inglés, (en español Los caraduras) por la aparición del vehículo y los comentarios de los personajes (ver referencias culturales).
Gazapos y errores[]
- Cuando el cuerpo de Rosalia Davolos es girado por los detectives, brevemente la actriz mueve la pierna ella misma.
- En el informe en la base de datos sobre Walter Kenney consta que el maltrato infantil que sufrió se produjo dentro de una casa. Dexter, sin embargo, lee que se produjo en un sitio público.
- Dexter y Harry asumen que un asesino en serie de 1980 rondaría los 70 años de edad en la actualidad. Sin embargo, si el sujeto tuviese 20 años y los asesinatos se hubiesen llevado a cabo a principios de la década, en la actualidad rondaría los 50.
Referencias culturales[]
- Los caraduras: El nombre de este capítulo hace referencia a la película (en inglés, Smokey and the Bandit) ya que el tema es mencionado por Dexter y Batista cuando miran el Trans Am en venta. El vehículo es adquirido por Batista y vuelve a aparecer en episodios posteriores. ("Cine y TV")
Enlaces externos[]
| #01 "Those Kinds of Things" | #07 "Nebraska" |  |
| #02 "Once Upon a Time..." | #08 "Sin of Omission" | |
| #03 "Smokey and the Bandit" | #09 "Get Gellar" | |
| #04 "A Horse of a Different Color" | #10 "Ricochet Rabbit" | |
| #05 "The Angel of Death" | #11 "Talk to the Hand" | |
| #06 "Just Let Go" | #12 "This is the Way the World Ends" |